El estudio se realizó en 17 hombres, el cuadro médico observó que ese tipo de dieta producía ciertos cambios en el colon que, en el tiempo, podrían elevar el riesgo de desarrollar cáncer.
La investigación se concentró en los cambios inmediatos de ciertas sustancias derivadas del metabolismo y no en el riesgo de desarrollar la enfermedad. De modo que no prueba si las dietas ricas en proteína elevan realmente el riesgo de tener enfermedades intestinales.
Pero los resultados exponen la posibilidad, según afirma el equipo en American Journal of Clinical Nutrition.
"La preocupación es que el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal aumente por la adherencia de largo plazo a dietas ricas en proteína y con bajo contenido de carbohidratos, en especial, de fibra", explicó por e-mail el autor principal, doctor Harry J. Flint, de University of Aberdeen.
Ese tipo de dietas ayudan a los obesos a adelgazar y el equipo destaca que la obesidad es un factor de riesgo de una gran cantidad de enfermedades, incluido el cáncer de colon. "Adelgazar tiene grandes beneficios para la salud", dijo Flint.
Hay que estar seguros que el plan alimentario incluya cantidades adecuadas de fibra. La alimentación rica en proteína durante meses y años, indicó el autor, puede producir enfermedad en el colon.
Los resultados se lograron realizando tres dietas cortas: un plan de una semana para mantener el peso; un plan alimentario de 4 semanas rico en proteína y con niveles moderados de carbohidratos, y una dieta de 4 semanas rica en proteína y reducida en carbohidratos.
La primera dieta, que aportaba 360 gramos diarios de carbohidratos, incluía cereales, huevo y tostada para el desayuno, un sándwich y una ensalada para el almuerzo, y pollo, pescado o soja, con pastas, para la cena.
La dieta reducida en carbohidratos, que aportaba 22 gramos diarios de carbohidratos, constaba de huevos y tocino para el desayuno, con almuerzos y cenas con abundante carne, pollo y pescado, junto con algunas verduras y queso.
La dieta con el contenido de carbohidratos más moderado aportaba 181 gramos de carbohidratos por día. Ambas dietas ricas en proteína aportaban menos de 140 gramos de carbohidratos por día.
Al finalizar cada dieta, el equipo analizó muestras fecales de los participantes para medir ciertos subproductos metabólicos. Durante las dietas ricas en proteína, se les elevaba los niveles de compuestos N-nitroso y otros metabolitos asociados con el cáncer.
Y la dieta rica en proteína y reducida en carbohidratos les reducía las concentraciones de sustancias derivadas de la fibra que protegen del cáncer. Para Flint, los resultados sugieren que hay que tener cuidados cuando se consume demasiada proteína y poca fibra durante períodos prolongados.
El equipo recomienda que las personas que quieren adelgazar se aseguren que consumir suficiente fibra. Los expertos recomiendan que los adultos consuman 28 gramos de fibra por día, aunque se desconoce si es suficiente para una persona que realiza una dieta rica en proteína. El equipo está estudiándolo.
La investigación se concentró en los cambios inmediatos de ciertas sustancias derivadas del metabolismo y no en el riesgo de desarrollar la enfermedad. De modo que no prueba si las dietas ricas en proteína elevan realmente el riesgo de tener enfermedades intestinales.
Pero los resultados exponen la posibilidad, según afirma el equipo en American Journal of Clinical Nutrition.
"La preocupación es que el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal aumente por la adherencia de largo plazo a dietas ricas en proteína y con bajo contenido de carbohidratos, en especial, de fibra", explicó por e-mail el autor principal, doctor Harry J. Flint, de University of Aberdeen.
Ese tipo de dietas ayudan a los obesos a adelgazar y el equipo destaca que la obesidad es un factor de riesgo de una gran cantidad de enfermedades, incluido el cáncer de colon. "Adelgazar tiene grandes beneficios para la salud", dijo Flint.
Hay que estar seguros que el plan alimentario incluya cantidades adecuadas de fibra. La alimentación rica en proteína durante meses y años, indicó el autor, puede producir enfermedad en el colon.
Los resultados se lograron realizando tres dietas cortas: un plan de una semana para mantener el peso; un plan alimentario de 4 semanas rico en proteína y con niveles moderados de carbohidratos, y una dieta de 4 semanas rica en proteína y reducida en carbohidratos.
La primera dieta, que aportaba 360 gramos diarios de carbohidratos, incluía cereales, huevo y tostada para el desayuno, un sándwich y una ensalada para el almuerzo, y pollo, pescado o soja, con pastas, para la cena.
La dieta reducida en carbohidratos, que aportaba 22 gramos diarios de carbohidratos, constaba de huevos y tocino para el desayuno, con almuerzos y cenas con abundante carne, pollo y pescado, junto con algunas verduras y queso.
La dieta con el contenido de carbohidratos más moderado aportaba 181 gramos de carbohidratos por día. Ambas dietas ricas en proteína aportaban menos de 140 gramos de carbohidratos por día.
Al finalizar cada dieta, el equipo analizó muestras fecales de los participantes para medir ciertos subproductos metabólicos. Durante las dietas ricas en proteína, se les elevaba los niveles de compuestos N-nitroso y otros metabolitos asociados con el cáncer.
Y la dieta rica en proteína y reducida en carbohidratos les reducía las concentraciones de sustancias derivadas de la fibra que protegen del cáncer. Para Flint, los resultados sugieren que hay que tener cuidados cuando se consume demasiada proteína y poca fibra durante períodos prolongados.
El equipo recomienda que las personas que quieren adelgazar se aseguren que consumir suficiente fibra. Los expertos recomiendan que los adultos consuman 28 gramos de fibra por día, aunque se desconoce si es suficiente para una persona que realiza una dieta rica en proteína. El equipo está estudiándolo.
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