El barrio de Apgujeong, en el sur de Seúl, es una de las mecas de la cirugía estética del mundo. Los edificios están minados de anuncios de clínicas y fotos de mujeres que cumplen con el canon de belleza femenino asiático: ojos grandes, piel blanquísima, cara ovalada y labios pequeños.
Desde hace años están en auge las cirugías de párpados y de nariz, y no tienen problemas en lucir los vendajes ni andar por las calles en plena fase de recuperación.
Los jóvenes ahorran para conseguir el dinero para la rinoplastia, y piensan que el esfuerzo vale la pena, puesto que de esta manera va a poder tener más posibilidades de conseguir un trabajo mejor remunerado.
Las clínicas de cirugía plástica en Seúl están llenas los siete días de la semana, aún más durante las fiestas., ya que los pacientes aprovechan las vacaciones para someterse a más de una cirugía .
Las más demandadas son de párpados para que el ojo sea más redondeado, el afinamiento de la nariz y quitarse los gemelos, tener un aspecto occidental. Todo es válido puesto que las mujeres piensan que así serán más felices.
Creen que encontarán mejores oportunidades en la vida siendo más bellas y que el éxito está casi asegurado.
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