
La cirugía se realiza en quirófano, no pudiéndose realizar en un consultorio. Se utiliza anestesia local o general, aunque muchos cirujanos plásticos prefieren la anestesia general ya que resulta menos traumática para el paciente.
Es muy importante elegir correctamente el cirujano, basándonos en su experiencia, habilidad y responsabilidad quirúrgica. El cirujano nos guiará en cuánto a forma y tamaño, nos informará que es lo mejor para nuestro rostro y elegirá la técnica a seguir, es la clave fundamental para que los resultados sean los deseados.
El especialista trabajará bajo la piel, sobre los huesos de la nariz y sobre el cartílago nasal, si se realiza una rinoplatia abierta, el cirujano separa la piel del hueso y del cartílago para trabajar directamente y con mayor facilidad sobre los huesos y cartílagos de la nariz.
Si en cambio es una cirugía cerrada, el cirujano trabajará sobre los huesos de la nariz pero a través de las fosas nasales. En este caso, no quedará cicatriz visible.
El tiempo de la cirugía es entre 1 y 3 horas (dependiendo de la complejidad del caso). Cuando la operación debe solucionar también otras patologías, el tiempo de la cirugía puede ser mayor.
Los riesgos y precauciones son similares a las de otras cirugías, y siempre deben seguirse las indicaciones postquirúrgicas con exactitud.
Los beneficios son estéticos y funcionales, se logra una mejor respiración y una nariz acorde con los rasgos del paciente. Mejora la autoestima, y realza la belleza.
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